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lunes, 2 de marzo de 2015

127. Política de dividendos de la empresa. Objetivos perseguibles y factores condicionantes. UPF. 1996

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona

En esta entrada 127. se aporta un documento que formó parte del material docente de la asignatura "Finanzas II" de la Diplomatura de Ciencias Empresariales en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona correspondiente al curso 1996-97, que fue construyéndose en años anteriores usándolo en la asignatura "Dirección Financiera II" de la Licenciatura en ADE, y en la propia asignatura "Finanzas II" en la Diplomatura de Empresariales.


La publicación se divide en 20 apartados. Además, la parte final recoge resúmenes y citas de tres artículos de autores punteros en el panorama español de aquella época, para ayudar a perfilar la visión sobre el tema.

La visión jurídica que aparece en este escrito es la vigente a mediados de los años '90. Quien desee asegurarse de los cambios jurídicos recientes que han podido modificar o condicionar la política de dividendos en España, deberá analizar la Ley de Sociedades de Capital de 2010 y/o sus modificaciones posteriores.

El documento mencionado puede consultarse clicando el siguiente link (bajar al disco duro):


COMENTARIO ADICIONAL

La decisión de declaración y pago de dividendos es una de las tres grandes políticas financieras de la empresa, concretadas en decisiones genéricas, tal como las recordamos ahora: 1) decisión de financiación, 2) decisión de inversión y 3) decisión de pago de dividendos.

En el fondo las tres grandes decisiones mencionadas pueden quedar resumidas en dos: la decisión de pago de dividendos puede verse a veces como una decisión de inversión y otras como una decisión de financiación, tal como se justifica a continuación:

i) El pago de dividendos es considerado como producto de una "decisión de inversión" cuando el grupo de poder de la empresa comprende que será conveniente para la marcha de ésta -muchas veces circunscrita al impacto sobre la cotización de la acción de la empresa en Bolsa- el pago de un dividendo activo de un determinado nivel. Por tanto, "invierte" en dividendos, igual como podría invertir en máquinas o en patentes. El problema es que el directivo alejado de los intereses del accionista ve el pago de dividendos como una salida de fondos que no volverá jamás a la empresa. Sabemos que es un error "sentirlo" así, pero forma parte de la forma de pensar de muchos directivos poco versados en el funcionamiento del mercado de capitales.

ii) El pago de dividendos a veces es considerado como una decisión de financiación cuando, en un balance de liquidez, se presupone que éste será positivo, en el momento que se compare el montante de dividendos pagado como consecuencia de una decisión concreta y el importe recaudado posteriormente mediante una ampliación de capital que el propio pago de estos dividendos habrá contribuido decisivamente a encauzar y a llevar a buen puerto (y sin el que -tal vez- la ampliación de capital no hubiese resultado posible).

Los componentes y factores técnicos de la política de dividendos; los objetivos reales del grupo de poder de la empresa cuando decide su pago; y los factores psicológicos asociados a la condición de "señal" para el mercado cuando se decide anunciarlo, son un apasionante caldo de cultivo de hipótesis y trabajos empíricos al objeto de demostrar las suposiciones de los diversos investigadores.

También es cierto que las decisiones de pago de dividendos, en empresas asentadas y predecibles que coticen en Bolsa, forman parte de una política fijada a largo plazo que proporciona seguridad a los inversionistas y estabilizan la cotización de las acciones ordinarias.