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lunes, 18 de enero de 2016

291 * #Ed_res_cit Edición de resúmenes y párrafos de la obra de W. G. #Byrnes y B. K. #Chesterton: "#Decisiones y #estrategia". Ed. El Ateneo. Buenos Aires, 1978

Joaquim-Andreu Monzón Graupera
Universitat de Barcelona


EDICIÓN (1)


Puede consultarse oprimiendo el enlace siguiente:
291. a.    https://goo.gl/J9BAJs
En inglés, el abstract de la obra rezaba así:
The role of decision analysis in the context of business policy is explored with the aid of a case study of a reorganization situation. This case study provides insights about the implementation of decision analysis in the policy field and also indicates guidelines for managers to follow in adapting the decision analysis approach to the resolution of the policy formulation problem.

AUTORES Y OBRA
La aportación de ambos autores parece tributaria de la experiencia adquirida en su práctica profesional como directivos. Pero su práctica contenía complejidades abstractas, puesto que trabajaron en cargos relevantes para grandes empresas durante años.
En concreto, en la contraportada del libro se expresa que "W. G. Byrnes realizó tareas de planeamiento y computación, antes de incorporarse en 1963 al Departamento de Economía y Estadística de 'una gran empresa'. Desde entonces ha trabajado en estrategia competitiva, planeamiento y diversificación de empresas. B. K. Chesterton fue programador de computadoras y analista de sistemas; luego se desempeñó en diversas tareas de asesoramiento y dirección. Actualmente [1973-1978] es director de Servicios Gerenciales de 'una empresa de rango internacional'".
La aportación de ambos directivos, con tareas de alto nivel en las estructuras ejecutivas y de alto staff de grandes empresas, es bastante orientada y específica. Son de los primeros autores en darse cuenta que el análisis de inversiones y la fijación de estrategias según se desarrollaban en las teorías generadas en la Universidad, iban por caminos distintos y no acababan de encontrarse. 
Las aportaciones de Joel Dean y de H. Igor Ansoff no parece que fueran demasiado valoradas en su momento por los expertos en teoría de las finanzas corporativas, normalmente ocupados en cargos superiores universitarios, pero con poca o nula experiencia en los problemas empresariales reales. 
Muchos autores relevantes en Finanzas Corporativas preferían desarrollar hasta la extenuación modelos abstractos que resolvieran sofisticaciones conceptuales (como -es un mero ejemplo, hay más- las que planteaban los proyectos no-simples, los puros y sobre todo los mixtos, en terminología de Teichroew, Robichek y Montalbano) que no enharinarse con los problemas organizativos de la evaluación y aprobación de proyectos de inversión. 

Dichos procesos complejos habían -y han- de pasar por la "prueba del nueve" estratégica y significaban la realización de excursiones interdisciplinares hacia las áreas de autores expertos en teoría de la decisión como Herbert Simon, o hacia las abstracciones de una autoridad en estrategia como H. I. Ansoff. O aconsejaban hacer más caso de expertos como Joel Dean, un experto poco valorado por los microeconomistas de las finanzas porque prestaba más atención a los detalles organizativos y de proceso de decisión de los proyectos, que a los modelos matemáticos de ayuda a la decisión.
Después de la aportación de Byrnes y Chesterton, empezaron a publicarse diversas propuestas para entroncar finanzas y estrategia; una de ellas, muy celebrada, consistió en valorar los proyectos estratégicos de inversión como "opciones reales", con lo que se podían entroncar las finanzas teóricas que habían desarrollado a fondo la valoración de productos derivados (como el modelo de Black y Scholes) con los problemas reales que representaban muchos proyectos importantes de inversión para las grandes empresas ("una opción real es como una opción financiera: es un billete para tener ventaja en futuros desarrollos que requerirán muchas más inversiones, si el presente proyecto -relativo a la difusión de una nueva tecnología, o a la combinación de varios campos técnicos, etc.- tiene éxito" sería más o menos el razonamiento de tal fusión intelectual.
Lógicamente, Byrnes y Chesterton -como conocedores desde dentro de la realidad de las grandes empresas- simplemente constataron en 1973 que los modelos financieros al uso no servían para tomar decisiones complejas de inversión, que estuviesen interrelacionadas en el espacio y ramificadas consecutivamente en el tiempo.
Investigando he llegado a la conclusión que al menos uno de los dos autores (Byrnes, pero probablemente ambos) ostentó cargos elevados en el grupo Unilever en Reino Unido.
La publicación de la presente entrada me ha llevado a reflexionar sobre la indudable diferencia de libertad intelectual entre los profesores e investigadores universitarios (cuya carrera se beneficia altamente de la publicación de amplias y profundas investigaciones en revistas científicas –“publicar o perecer”-) y la autonomía de que pueden disponer los altos directivos, científicos y asesores que trabajan dentro de las tecnoestructuras de las grandes empresas o corporaciones.
Es bastante delicado -por no decir peligroso- que los miembros de la tecnoestructura -directivos intermedios, miembros de altos staff, etc.- publiquen libros que revelen procesos internos de decisión específicos, pues las cúpulas de las empresas tienen un peculiar sentido de la propiedad intelectual y exigen confidencialidad. 
En definitiva, si Byrnes y Chesterton trabajaron para Unilever y elaboraron todo un pensamiento con relación a sus proyectos de inversión estratégicos, seguro que a Unilever no le pareció demasiado oportuna la publicación de tales elaboraciones intelectuales si se daban a conocer identificando a Unilever como campo de pruebas, ya que "va en el sueldo" la garantía de confidencialidad de los científicos y técnicos, aunque sus organizaciones no les hagan firmar contratos de reserva de información. De ahí el secretismo de la ocupación profesional de ambos, a la hora de firmar el libro (es una suposición que creo resulta totalmente razonable).
En tiempos recientes los códigos éticos de las grandes empresas resuelven de raíz estos posibles puntos de fricción.

He deducido que William G. Byrnes fue alto directivo del Grupo Unilever, en función del curioso memorándum firmado por él en 1989 y que puede hallarse en Internet, como Managing Director de U.M.L. Limited, una Compañía del Grupo Unilever en Inglaterra:

291. b.    https://goo.gl/cjIY2R
Por supuesto no hay fotos ni de Mr. Byrnes ni de Mr. Chesterton. Tampoco me consta que publicaran posteriormente nada más que fuera relevante.
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(1) Aparte de otros cambios para mejor lectura, se han sustituido expresiones de la traducción española por otras con las que estoy más familiarizado; por ejemplo:
Planeamiento --> Planificación
Utilidades --> Beneficios
Operacional --> Operativa
Organizacional --> Organizativa
Promisoria --> Prometedora
Mejoramientos --> Mejoras
Erogaciones --> Gastos