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martes, 25 de diciembre de 2018

543 * Monzón, J. "Características generales del investigador científico (síntesis y catalogación de algunas aportaciones)". 1993, 2018 #CGPME

Joaquim-Andreu Monzon Graupera

Universitat de Barcelona


La presente entrada 543 * recoge unas reflexiones publicadas en el proyecto docente e investigador que redacté para acceder a una plaza de profesor titular de Universidad del perfil "Dirección Financiera" en 1993.
Este documento es continuación del publicado en la entrada 499 * que recogía los 4 primeros subcapítulos del capítulo 9 con el título: "La investigación universitaria y el proyecto de investigación (I)".
En lugar de denominarlo como (II) he preferido un título más específico ("Características generales del investigador científico"). He efectuado una revisión cosmética, una síntesis final y un complemento con las características de carácter más emocional que racional del investigador, que en su momento no escribí.
Con excepción del profesor Marín Quemada, todos los autores cuyo concurso he usado en esta entrada ya tienen entradas dedicadas en el presente blog:
Max Weber: entrada 289 *
Jaime Balmes: entrada 221 *
Fidel Alsina: entrada 354 *
Hermann Max: Entrada 363 *
Puede consultarse el documento objeto de esta entrada, usando el siguiente enlace:


sábado, 15 de agosto de 2015

221 * #Ed_res_cit Edición de resúmenes y citas de la obra de Jaime #Balmes "El #criterio". 1843. Espasa-Calpe Argentina, 1946

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona


Jaime Balmes. Fuente de la imagen: http://bit.ly/2lWnO7r

Puede consultarse la edición objeto de esta entrada, clicando el siguiente enlace:


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COMENTARIO SOBRE LA TRAYECTORIA DE JAIME BALMES

La obra más conocida de Jaime Balmes está rodeada de prejuicios, en especial entre los estudiosos que no conocen en forma especializada el campo de la Filosofía (entre los que obviamente me incluyo); y entre aquéllos que descartan la calidad en toda obra que puedan considerar como escrita dentro de un campo ideológico que suponen como “no propio”, por decirlo delicadamente.

Es obvio que un marxista difícilmente puede esperar gran sintonía con la obra de Balmes. Personalmente debo decir que me sorprendió muy gratamente mi tardía lectura, previa a la redacción de un proyecto docente e investigador, pues no me esperaba que una obra de la que en aquél año (1993) se cumplía su 150º aniversario, resultase tan actual y reveladora, al menos en la parte que me interesaba.

Una de las cosas que aprendí con la lectura de “El criterio” de Balmes –y que aún recuerdo vívamente- es que los prejuicios son siempre malos consejeros. Hay que conocer para opinar y enjuiciar.


Jaime Balmes. Fuente de la imagen: https://goo.gl/pehNRW

Balmes es el filósofo más importante del siglo XIX en el ámbito de Estado español. Su orientación era escolástica “modernizada”, tal como indica su pequeña biografía en la Enciclopedia Larousse.

No puede considerarse un adalid de la progresía, ciertamente, pero leo muchos pasajes de su obra y, o bien me identifico con ellos, o bien admiro la claridad de la exposición de su pensamiento, difícilmente superada. Y eso que su castellano es ya ostensiblemente antiguo.

Lo que creo que no se puede discutir es que los hagiógrafos y los discípulos de Balmes fueron bastante más reaccionarios y conservadores que él. Por ejemplo, el ínclito José María Pemán (uno de los intelectuales señeros de la dictadura franquista) se permitió escribir el articulo: "Balmes casamentero de reyes y de ideas". Centenario de Balmes, 16 (1948), p. 272-274, aludiendo a una poco afortunada actuación de Balmes, en el ámbito del alta política monárquica de la época en la Corte de Madrid.

Es de suponer que el tiempo ha hecho y hará envejecer mucho más la aportación puramente ideológica de Balmes (religión e ideas políticas) que la conceptuable como estrictamente técnica (metodología, filosofía); aunque lógicamente esta última se base en unos fundamentos ideológicos que eran los que eran.

Jaime Balmes y Urpiá nació y murió en Vic (Barcelona). Fue ordenado sacerdote en 1834. Solamente vivió 38 años (de 1810 a 1848) pero intelectualmente fueron muy intensos. Creo que Balmes poseía una mente privilegiada que trabajó en condiciones bastante precarias y limitativas.


Resultado de imagen de Jaime Balmes Urpiá
Aparte de “El criterio”, su primer tratado de filosofía (remarco que fue escrito a la temprana edad de 33 años) redactó un vademécum de las diversas tendencias filosóficas en su obra “Filosofía fundamental” en 1846 y una especie de resumen simplificado de ésta, denominado “Filosofía elemental”, en 1847. Sus viajes a París y a Lovaina fueron frecuentes. Por tanto, debió ser uno de los pocos intelectuales cosmopolitas (variante célibe) en la cerradísima España del siglo XIX.

Como se expone en la correspondiente entrada de la Enciclopedia Larousse, Balmes fue influido por la “filosofía del sentido común” enseñada por la escuela escocesa y “centró sus especulaciones en el tema de la certeza. Considera que las fuentes de la certeza son tres, primarias e inseparables: la conciencia, la evidencia y el instinto intelectual. Cada una de ellas fundamenta unas verdades básicas y es la justificación última de una zona del saber humano.”

En sus últimos meses de vida (1847) escribió una obra sobre el Papa Pío IX, pidiendo tiempo para que pudiera juzgarse la nueva vía impulsada por este Pontífice. Supongo que Balmes adoptaba un enfoque progresista para la época, porque un sector político ultraconservador le acusó -o poco menos- de las revoluciones de 1848. Desengañado, Balmes se recluyó en Vic, donde murió de una grave enfermedad en aquél mismo año.

En 2010 se cumpló el 200º aniversario del nacimiento de Balmes. A tal efecto, en el Ateneo de Madrid se realizó una presentación por parte de José Luis Suárez Rodríguez de una "bibliografía básica balmesiana", que puede consultarse mediante el siguiente enlace:


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COMENTARIO SOBRE LA PRESENTE EDICIÓN

En la edición que presentamos de la obra ”El criterio”, recordamos, como siempre, que no se trata de una recensión ni de un resumen. Se trata de una mera selección de párrafos y algunos resúmenes de determinados pasajes de este libro de Balmes que nos interesaron al leerlo, con el objetivo de que estas fichas sirvieran de ayuda previa a la redacción del proyecto docente e investigador que aguardaba a la vuelta de la esquina.

Por lo tanto se trata de una edición subjetiva, que debería abrir al interesado en esta entrada, las ganas de leer la obra de Balmes por su cuenta, al objeto de que pudiera beneficiarse íntegramente de su aportación.

Por otra parte, dados los casi 175 años transcurridos, hemos procurado suavizar la redacción en algunos aspectos, dándole una pátina más actual, suavizando los giros y los subjuntivos, y usando menos “comas” (Balmes utilizaba muchas, sus frases eran largas) y más “puntos y coma” y “puntos y aparte”.

Por cierto: la tendencia que sigo en estas ediciones (la penúltima, efectuada sobre la obra de Simard en la entrada 220 del blog) consiste en intentar la “apertura” y la “amigabilidad” del escrito, introduciendo “puntos y aparte” donde los autores correspondientes no los previeron, e instalaron “comas” y –especialmente- “punto y seguido”.

¿Motivo? Hoy en día, puedo imaginar a pocos lectores cuya respectiva capacidad (o paciencia...) para leer un párrafo entero de 25 líneas sin respirar, supere este hito y puedan acometer sin despeinarse la lectura del párrafo siguiente, y del otro, y del de más allá, con similar densa estructura. 

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UNA RECOMENDACIÓN ADICIONAL

Una vez finalizada la redacción de esta entrada 221., he revisado la edición alternativa que poseo de "El criterio" de Jaime Balmes (Editorial Juventud, Colección Libros de Bolsillo Z, nº 117, Barcelona, 1969). La obra de Balmes es la misma, obviamente; pero la que ahora cito tiene un muy buen prólogo (pg. 5 a 21) del Catedrático de Metafísica de la Universidad Complutense de Madrid, Dr. Juan Zaragüeta Bengoechea (1883-1974); documento que opera a modo de un autorizado resumen de las ideas residentes en esta obra de Balmes. Recomiendo su lectura, pues me parece que aporta mucho valor adicional.


Como indica la entrada de Wikipedia que difunde la obra del Dr. Zaragüeta, este profesor "Se caracteriza por sus agudos análisis y por su precisión terminológica, a la que concede gran importancia... Es el más filósofo de los pedagogos y el más pedagogo de los filósofos españoles modernos. Desde su cátedra ha ejercido influencia en Zubiri y otros filósofos españoles". Fue discípulo del Cardenal Mercier en la Universidad de Lovaina y -por ejemplo- dirigió la tesis doctoral de Raimundo Pannikar Alemany, leída en Madrid en 1946.

Puede complementarse la información sobre Juan Zaragüeta, aquí:


221. c.   http://goo.gl/hmzSnw