martes, 19 de agosto de 2014

036 * Una crítica de la política económica española actual (8-2014)

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona

La redacción de una presentación de la entrada posterior en este blog (la 037.) nos ha generado como subproducto casi automático la elaboración de unas breves notas (que exponemos a continuación en esta entrada 036.) debido al profundo desacuerdo que mantenemos con respecto a la política económica española actual.

Somos perfectamente conscientes que la delgada barandilla económica sobre la que estamos caminando con venda en los ojos por imposición de la Troika, nos obliga de forma casi obligatoria al seguimiento de una no muy ancha senda entre cuyos márgenes el Gobierno ha escogido claramente transitar por el lado más insolidario y de ampliación de desigualdades (no podía esperarse otra actuación, de la ideología y del signo político del presente Gobierno). 

Otro asunto a valorar es si: a) la ideología; y b) la propia conveniencia del Gobierno y del partido que lo sustenta, son dos elementos que van de la mano a largo plazo, como comentaremos después.

Entendemos que la evolución positiva de la economía española a un año/dos años vista, depende de varias evoluciones concatenadas:

1) Que el euro -actualmente demasiado fuerte- se debilite; 

2) que las importaciones se contengan, las exportaciones renazcan y a la vez suba el consumo interno -tendencias las tres últimas actualmente incompatibles, según parece, debido a nuestra rigidez estructural:

3) que también se produzca algo de crecimiento económico, sin que a la par suceda que dejemos esta situación de cuasi-deflación (mala) y la cambiemos haciendo de aprendices de brujo pasando a una inflación excesiva (peor);

4) esta última aumentaría fuertemente los tipos de interés nominales de carácter activo (actualmente ya altos por las fuertes primas financieras de riesgo que interiorizan); tipos de interés alto que agostarían durante bastante tiempo la necesaria mejora del volumen del crédito bancario, impidiendo el: 

5) muy conveniente aumento de la inversión empresarial, cabeza tractora de una recuperación económica sana a largo plazo.

Aquí se adivinan varios círculos viciosos que costará mucho romper. Y no hay ningún círculo virtuoso que compense -ni siquiera parcialmente- los círculos viciosos que tememos. 

¿O es que pensamos que algún círculo virtuoso se producirá gracias a la mejora del turismo y a un mínimo renacimiento de la construcción? [un modelo de negocio fácil y ya conocido].

Por desgracia en España no se han sabido preservar mínimamente las bases para que se produzca un crecimiento económico sólido a largo plazo, entre otros aspectos, a causa de que no se han realizado ni mucho menos suficientes inversiones en intangibles asociadas a la formación, la educación, la investigación, el desarrollo y la innovación, inversiones que son de ciclo muy lento y con respecto a sus resultados, el elector común normalmente pierde la memoria de la relación causa-efecto.

El Gobierno español (el actual y también el anterior) ha actuado muy equivocadamente en este campo, mediante palancas y mecanismos presupuestarios que hubiese podido orientar mejor si hubiese querido.

Sin todo ello parece que el presente conato de recuperación (de momento sólo parece verlo la plana mayor del Gobierno) no podrá surgir de verdad. Nos preguntamos qué inventarán en septiembre para continuar con su ilusionismo económico. Por que la barata comparación -vendida como un triunfo- de nuestra evolución económica con el estancamiento que por distintas razones sufren Francia y Alemania, no debería proporcionarnos consuelo alguno.

Parece evidente que las políticas económicas cuyo ciclo de recogida de frutos cae del lado “de la legislatura siguiente” o de la “siguiente de la siguiente” se olvidan claramente y en forma sistemática a favor de actuaciones de efecto inmediato (suponemos que piensan que es mejor la amputación sin más anestesia que las buenas palabras, que la cirugía reparativa. O eso parecen pensar algunos en el campo aplicado de las políticas económicas y sociales). 

Todos sabemos que los dirigentes políticos de países democráticos sólo piensan en el plazo presente de legislatura y en su reelección; para saber proyectar la actuación política sobre varias legislaturas consecutivas -con reelección o no- hay que ser hombres -o mujeres- de Estado. 

Dentro de una clara evolución hacia la degradación política, compárese el modelo de hombre -o mujer- "de Estado" con el grupo humano dirigente del que disfrutamos en este país. Sobran las palabras.

El Gobierno ignora expresamente algunas políticas verticales cercanas a la comprensión y los intereses de la gente común (una política fiscal, para que se pudiera redistribuir el esfuerzo fiscal y además eliminar progresivamente el enorme fraude que padecemos; una política industrial que pudiera merecer dignamente este nombre; de la política energética y sus despropósitos nos hemos ocupado brevemente en la entrada 31. de este blog).

Las políticas horizontales -como son la política de empleo, la política salarial, la política sanitaria, la política social- se adoptan -aunque con grandes protestas, amagando informativamente en sentido contrario, con el objeto de despistar a los ciudadanos- con el fin último de propiciar la desigualación progresiva de la renta per cápita por clases sociales).

Es evidente que varios millones de personas en España, por la simple causa de este conjunto de medidas, están viviendo peor que antes del inicio de la crisis (2007-08) y en el futuro deteriorarán más su nivel de vida y vivirán peor y más precariamente. 

Nos gustaría romper una lanza por la Política Económica como disciplina que debería orientar decisiones y conductas de empresarios y consumidores. Y por la posibilidad teórica de estudiar seriamente políticas económicas alternativas: unas, se reputarán como malas. Otras como mediocres, puede ser. La ideología hace milagros en eso de descartar políticas o adoptar una. Lo que aguanta un papel, no lo aguanta nada más. 

Pero... alguna combinación de política económica habrá que sea buena –o al menos, aceptable. No sabemos si hay alguna que sea superior a las demás en todos los campos, independientemente de la ideología. Seguramente, no. 

No obstante, se podría buscar la combinación de actuaciones que proporcionaran lo mejor, al mayor número. Según mi opinión, es seguro que, de existir dicha combinación, no coincidiría ni de lejos con la combinación de políticas económicas que ha adoptado este Gobierno.

El Gobierno español, a nuestro parecer mantiene unas prioridades muy equivocadas. Siempre alude a que la política que se sigue es la única posible, cuando a cualquier estudiante de primer o de segundo curso de Economía los abnegados profesores de la materia le enseñan detalladamente que, una vez fijados unos objetivos realistas y aceptables para el mayor número, puede haber varios haces o gavillas de políticas económicas distintas que es posible analizar, descartar o ser seleccionadas como herramientas; es decir, como camino o caminos para llegar a los fines previstos.

La política está para fijar los objetivos y elegir entre las alternativas; es allí donde deberían fijarse las preferencias; al político le escogen para lograr el bien común, no el de una casta particular. Aunque la situación presente proporcione otra impresión a quien sepa leer entre líneas y pueda separar el grano de la paja. 

La fijación de las alternativas elegidas para implementar la consecución de los objetivos determinados previamente y con transparencia, debería ser un trabajo de cariz más técnico. Por desgracia también en la realidad siempre se acaba metiendo la prioridad política a la hora de elegir entre alternativas, de la misma manera como entra el humo por debajo de una puerta.

Gobernar es elegir. Es saber elegir; y no puede darse por supuesto que no tenemos ninguna posibilidad de elección. No sabemos si quienes dicen eso una y otra vez ("no hay elección: es la única política posible") lo hacen con el convencimiento de que hay que convertir irreversiblemente la mayoría social a la religión del fatalismo masoquista. Existen sobrados mecanismos e instrumentos indirectos de carácter anestesiante para el logro de dicha conversión. Creo que se entiende claramente lo que intentamos expresar.

Si no hubiera elección posible y solo existiera una alternativa para la solución de cualquier problema político y todos los aspectos pudieran cuantificarse, sería factible delegar la toma de decisiones a un gran ordenador; pero no parece que los que mandan tuvieran mucha intención de acceder a estos automatismos si no controlaran plenamente el proceso.

El primer problema de la política económica es la claridad y la transparencia con la que 1) deben definirse los objetivos y 2) debe elegirse una entre las alternativas que existen. Para lograr dichas cualidades hay que poner metafóricamente los objetivos previstos en una urna transparente, para que todos seamos capaces de verlos y criticarlos, en lugar de echar continuamente cortinas de humo suavizadoras o claramente equívocas, mientras se actúa descaradamente en contra de los intereses de la mayoría de la gente.

Hemos insinuado antes que la gran restricción al fijar los objetivos -sin expresarlo claramente, excepto cuando conviene pasar el muerto a terceros- es no despertar las iras de la ortodoxia económica internacional.

De ahí que el aumento del empleo y la reducción de la tasa de paro (posibles objetivos que al estilo de una "moto-sidecar" desde hace varios años deberían formar parte de los fines de primerísimo nivel de la política económica española) resultan meros subproductos de las políticas que está siguiendo el Gobierno.

Sus responsables rezan para que se reduzca dicha tasa de paro y para que aumente el empleo como mágicas consecuencias derivadas de poleas transmisoras de cuarto o quinto nivel; más que nada porque los asesores áulicos del presidente del Gobierno ven gravemente comprometida su reelección en 2015, debido a la lentísima evolución de la mejora económica. La preocupación es por mero interés; en absoluto es sincera.

Resulta una incógnita cómo puede acabar este experimento político-social. Ruego perdón por la gráfica analogía que sigue: jamás, en tiempos modernos, se habían clavado tantas espuelas -y tan profundamente- en los ijares de tanta gente. 

Parece que el objetivo político básico de cierta clase dirigente, ha sido y es: realinear las expectativas de las clases media, media baja y baja con las que "todo grupo humano conformista y dúctil debe albergar". Y realinear expectativas es la forma como se consigue la posterior aceptación resignada de las realidades.

El conato del Estado del Bienestar que en este país del Sur de Europa se había logrado antes de 2007, no iba precisamente en la dirección actual. 

La conocida y perversa idea: "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", se repite por parte del Poder como un mantra que incluso muchas personas plenamente perjudicadas han acabado asumiendo plenamente como una verdad, en forma autoinculpatoria y conformista.

Y en la etapa política final -la de la venta de los resultados- sucede que donde no llegan las realidades, han de arribar los bibirloques dialécticos y la descarada manipulación de las estadísticas -en unos casos- y de su interpretación-en otras muchas situaciones. 

Se puede decir que ningún dirigente de cualquier partido político con gobierno real -o con aspiraciones de tenerlo- es inmune al uso de la diplomacia expresiva. Más que dedicarse a trabajar denodada y honestamente en favor de los intereses de todos los electores, demasiados políticos al uso se dedican a: "propagar, denigrar -a otros- persuadir, suavizar, disimular, quitar importancia, diferir, reinterpretar, reescribir la historia"... lo que por desgracia, bien podría ser un inventario de leit-motiv de conducta política real. Desgraciadamente a esto es a lo que hemos llegado. 

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Así como nunca existe una única alternativa de política económica aplicable en forma fatalista, también hay muchos tipos de economistas. Además de los que alaban la mano férrea del Gobierno, también existen los que se dedican plenamente a la crítica de la política económica española y lo están haciendo mucho más profunda, especializada y ampliamente de lo que en la presente entrada hemos podido ofrecer: meras impresiones y opiniones críticas.

Aunque existen otras fuentes de crítica que seguramente los lectores ya conocen, pensamos que la reflexión sobre los escritos de "Economistas frente a la crisis" sería adecuada para los progresistas y los descontentos con la situación actual:

035 * Monzón, J. "Una nota sobre la problemática de los recuentos e inventarios de "stocks" en grandes plantas industriales"

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona

Este artículo fue publicado en la Revista Española de Financiación y Contabilidad, nº 72. Jul-Sept. de 1992.

Se trata del típico trabajo de investigación universitaria que bebe directamente de la experiencia profesional de su autor, adquirida mediante su trabajo paralelo en el mundo empresarial. 

Lógicamente los ordenadores, la automatización y el control integrado han avanzado bastante desde entonces, pero en el momento actual pocas empresas industriales pueden presumir de las siguientes dos virtudes:

1) Usualmente no hay diferencias entre los saldos de la contabilidad... y los derivados del control físico y valorado de los almacenes y cursos de producción; tampoco al final del año contable.

2) Con los inventarios documentales se cubren las necesidades asociadas al control físico de los stocks de materias primas, productos en curso y productos acabados.

Mientras no exista una identidad clara de objetivos entre dos grupos de departamentos en la empresa industrial: logística y producción por una parte; y finanzas, contabilidad y control por otra, estos problemas pervivirán... por más ERP's [tipo SAP] que se implanten.


ÍNDICE:

1. Introducción.

2. Tipos básicos de control aplicados a los "stocks".

3. Problemas involucrados.

4. Marco de dichos problemas.

5. Tipos de recuento periódico de "stocks".

5.1. Método de recuento vertical.

5.2. Sistema de recuento horizontal.

6. Control global de los cursos de elaboración.

7. Causas de las diferencias de inventario en los cursos con control contable globalizado.

8. Inventarios físicos a final de ejercicio.

8.1. Dificultades que se presentan.
8.2. Peculiaridades a tener en cuenta.
8.3. Tratamiento de los datos de inventario en curso.

9. Conclusiones generales.

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Puede consultarse este trabajo clicando el siguiente link:





lunes, 18 de agosto de 2014

034 * "Confrontación de modelos de negociación empresarial". Conferencia en #CUCEA. 2005. Universidad de Guadalajara [ #UdeG ]. I Congreso Internacional de Contaduría Pública. México. 27 y 28-10-2005

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona

Conferencia pronunciada en el Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas. (C.U.C.E.A.), División de Contaduría. Universidad de Guadalajara. México, en el seno del "I Congreso Internacional de Contaduría Pública", celebrado los días 27 y 28 de octubre de 2005.
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Puede consultarse el documento de presentación de la ponencia para la conferencia, mediante el siguiente link:   

034.    https://goo.gl/qZSWXE


domingo, 17 de agosto de 2014

033 * "Un catálogo-marco de niveles de generalidad para la definición de objetivos y de criterios de decisión empresarial"

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona

Esta publicación se ha redactado debido a la necesidad de escoger y de priorizar que tienen los dueños de las empresas, sus directivos y el resto de stakeholders.

Cuando se entra en asuntos de poder se discute poco (todo es en función de quién manda y quién obedece); al menos, con papeles como éste, se puede orientar alguna discusión o argumentación... si hay posibilidad para ello, obviamente.

Se pensó para ayudar a la jerarquización de objetivos empresariales y criterios de decisión, o al menos para facilitar la reflexión sobre la importancia de cada uno con respecto a los demás.

Detallamos 21 niveles de generalidad, desde el nivel inferior o más primario, que consignamos como número 1 -el máximo técnico de producción, que se explica al principio y pertenece al ámbito físico de la empresa- hasta el nivel 21, que para nosotros sería el objetivo con mayor jerarquía y se expone al final; lo que no quiere decir que haya demasiado entusiasmo en general por esta postura (la obtención de un mínimo impacto global ambiental por unidad de output).

Para la jerarquización de objetivos y criterios, se ha optado por varias preferencias:

A) Si el nivel de generalidad es de tipo físico, tiene una jerarquía inferior que si es de carácter económico; si el nivel es de tipo financiero, tiene un nivel superior al económico. 

B) El nivel ambiental tiene nivel superior al financiero ya que es de carácter social, no empresarial (pero esto es opinable, como se ha indicado).

C) Si el nivel en el que se define el objetivo X es de tipo absoluto, hay un nivel de más jerarquía si en éste, X es un componente de un porcentaje (por ejemplo tiene más jerarquía un margen de ventas que los ingresos por ventas que se han usado como ingrediente para calcular dicho margen de ventas).

D) Si el objetivo es a corto plazo, tiene menor jerarquía que un objetivo parecido, pero definido a largo plazo.

E) Cálculos unitarios tienen más jerarquía que cálculos totales (esta preferencia no deja de ser una variante de C).

F) Objetivos de tipo "más social" (como el valor añadido bruto) tienen una jerarquía mayor que objetivos mas reducidos a un ámbito de remuneración de la propiedad, como el beneficio (esto también es opinable, por supuesto).

Pensamos que las preferencias A), C), D) y E) tienen poca discusión incluso si nos circunscribimos al campo teórico. B) y F) son de tipo más personal y subjetivo y por tanto admito que son discutibles.

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El documento puede leerse clicando el siguiente link:







viernes, 15 de agosto de 2014

032 * "Recursos no renovables y medio ambiente: Corrientes de pensamiento y acción"

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona

RECURSOS NO RENOVABLES Y MEDIO AMBIENTE: CORRIENTES DE PENSAMIENTO Y ACCIÓN

Se trata del capítulo 5 de nuestra tesis doctoral (1992) que puede consultarse completa aquí:

032. a.    https://goo.gl/O5E82T

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Como es lógico, la evolución de las aportaciones en este campo más de 20 años después, resulta muy superior a la que puede ofrecerse en una publicación como esta, anclada en el tiempo.

Por tanto, si al lector le apetece leer esta entrada -que más que un capítulo es una monografía por su extensión (208 páginas)- deberá verla dentro de su contexto histórico; es decir: como una interpretación asociada a un momento concreto, que puede ser útil para formarse una visión histórica de los hechos pero la deberá actualizar por otras vías.

Es posible consultar este capítulo específico (5º) por medio del link de TDX indicado más arriba, o por medio del siguiente link:

032. b.    https://goo.gl/LvbTun

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ÍNDICE:

5.1. Introducción.

5.2. Factores sociales y éticos en torno al crecimiento económico.

5.3. La influencia de la ética personal sobre el trabajo científico.

5.4. Estímulos externos a la economía, conducentes a un posible cambio de paradigma económico.

5.5. Una clasificación de las actitudes de los no-economistas, ante el complejo ecología-población-crecimiento.

5.6. Posturas actuales de los economistas: una muestra de sus esquemas interpretativos.

5.7. Un ensayo clasificatorio de escuelas económicas ante el problema de los recursos naturales y el medio ambiente.

Notas del capítulo 5.

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031 * "Seis ejemplos de despropósito energético o medioambiental en España.... y uno europeo"

Joaquim-Andreu Monzón Graupera

Universitat de Barcelona


ÍNDICE

1. Los siete ejemplos.

2. Posibles deducciones de los siete ejemplos expuestos.

3. Conclusión.
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Puede consultarse este documento (escrito el día 15 de agosto de 2014 y revisado al día siguiente) mediante el siguiente link:




030 * "Conflictos entre el crecimiento económico y la conservación del medio: pensamiento histórico"

Joaquim-Andreu Monzón Graupera
Universitat de Barcelona

ÍNDICE

1. Introducción.

2. Un poco de Historia sobre la evolución del capitalismo.

3. Algunas teorías sobre la justificación de la renta empresarial.

4. La capacidad camaleónica del capitalismo.

5. El papel de la tecnología en el proceso de innovación.

6. El papel de la contaminación.

7. A título de epílogo.

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1. INTRODUCCIÓN
El comité ejecutivo del Club de Roma expresaba en el comentario final a la obra Los límites del crecimiento de MEADOWS y su equipo, que "el hombre tiende al crecimiento continuo y con frecuencia acelerado, de la población, de la ocupación de tierras, la producción, el consumo, el desperdicio, etc., suponiendo ciegamente que [1] su medio ambiente permitirá esta expansión, [2] otros grupos cederán y [3] la ciencia y la tecnología desplazarán los obstáculos."[1]
Es decir: MEADOWS et alia recogían magistralmente tres excusas para no cambiar la actitud de la Humanidad, a pesar de los avisos que ellos colaboraron a difundir como posibilidad teórica, avisos que cuarenta años después ya hemos recibido de varias formas: 1) “el medio ambiente regenerará todas las agresiones” porque puede con cualquier ataque; 2) Si no fuera así, “los otros ya se echarán a la cuneta”; y 3) “siempre nos quedará la tecnología para salvarnos de cualquier desequilibrio peligroso.”
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Esta entrada puede leerse completa mediante el siguiente link:


Nota: En la entrada 031. se expondrán algunos ejemplos cercanos de despropósito energético o medioambiental.



[1] KING, A., PECCEI, A., ET ALIA: Comentario. En: MEADOWS, D. L., (DIRECTOR) ET ALIA: Op. cit., Pg. 232.

miércoles, 13 de agosto de 2014

029 * "Sobre el conflicto entre ética económica y ética ecológica"

Joaquim-Andreu Monzón Graupera [1]

Universitat de Barcelona

1. CÓMO SE FIJAN LAS PRIORIDADES MUNDIALES

Todo sistema tiene límites que operan sucesivamente. Si se rompe el límite más exigente, queda otro que constriñe la acción y se manifiesta ya en primer plano.
Por tanto, un tipo de razonamiento lúcido de algún científico social sobre el problema del medio ambiente, durante los años de la guerra fría hubiese podido ser: "¿Para qué preocuparnos del medio ambiente, si la probabilidad de una hecatombe nuclear en base a la dispersión de ingenios atómicos de uso militar, reduce notablemente la esperanza matemática de vida de esta civilización? Como metáfora, las matrioskas rusas: Una muñeca grande, que contiene sucesivamente a otras muñecas más pequeñas, que no son importantes.
Obviamente, la aparente disminución del peligro de una guerra nuclear a principios de los años '90, provocada por el derrumbamiento del sistema comunista y la desmembración de la Unión Soviética, hizo que el limitador principal de la "esperanza matemática de vida de la Humanidad en la Tierra" volviera a estar dentro del combinado que forman la contaminación del medio y el agotamiento de los recursos no renovables.[2]
Todo experto en programación lineal sabe que el recurso más escaso es el que constriñe el nivel de logro de una función-objetivo; y por ello dicho recurso tiene el precio-sombra o coste de oportunidad más elevado comparativamente.
Contra más limitado va siendo este recurso, mayor resulta su precio-sombra y más apreciada es la obtención de una unidad marginal de aquél.
Los bienes naturales no renovables y un medio ambiente limpio, deberían ser considerados ahora los limitadores más importantes, aunque esta afirmación es consecuencia de la aplicación de un sistema de valores determinado. Siendo limitadores se convierten automáticamente en los objetivos para la minoría que reconoce y aprecia la existencia de este proceso.
2. SOBRE LA IRREVERSIBILIDAD ECOLÓGICA
No existe información fiable sobre la noción de irreversibilidad ecológica.
Sí existen umbrales y tipos de contaminación reversibles; y otros niveles y tipos que no son reversibles, cabría establecer una clasificación con tres categorías:

I) Procesos irreversibles de los que se ha traspasado el umbral, obrando esta información en algunos círculos del mundo científico e industrial, o desconociéndose realmente incluso por éstos;

II)  procesos irreversibles de los que aún no se ha traspasado el umbral;  y por último;

III) procesos reversibles, cuyo problema es conocer el umbral de coste  para lograr que tengan esta condición y conocer como evolucionará  en el tiempo si no se toman decisiones período a período.
No es posible saber de momento, qué "efecto inercia" procedente de la contaminación del pasado habrá de soportarse en el futuro y, adicionalmente, el grado de acumulabilidad de la contaminación que se va generando en momentos diferentes del tiempo.
Por lógica, parece que ha de haber una correlación directa entre la facilidad de acumulación y la condición de irreversibilidad de la contaminación (si un mayor porcentaje del flujo contaminante queda como stock, y no hay demasiadas vías para que este stock se degrade o vaya desapareciendo a su vez, debería estar claro que los coeficientes anuales de acumulación neta serán notables y, por tanto, cada vez más cerca del punto de no retorno ecológico, que, por supuesto, nadie conoce).
No se conocen -por tipos, si son analizables por separado- cuáles pueden ser las fronteras de irreversibilidad de la contaminación y degradación ambiental, en tiempo y cantidades; tampoco la duración posible de los recursos naturales a las tasas de extracción actuales.
Al respecto hay estimaciones diversas; pero, seguridad, ninguna. Si no se conocen ambos tipos de datos es que existe una incertidumbre casi total al respecto.
3. COMPARACIÓN ESQUEMÁTICA DE LA CONDUCTA DEL EMPRESARIO CON LA CONDUCTA COLECTIVA

Normalmente un empresario, ante una situación de incertidumbre extrema, se abstiene de actuar porque hay el peligro de que conduzca su patrimonio a la ruina, peligro del que desconoce el alcance y la probabilidad.
En cambio, la actuación de la humanidad ante el problema de la contaminación y la agotabilidad de los recursos es absolutamente diferente: La incertidumbre se constituye en cómodo justificante de un comportamiento perseverante en la misma dirección, que se ve reforzado por la inacción semejante del prójimo.
En una entrada anterior suponíamos que el sujeto no se daba cuenta de estar tensionando, junto con otros muchos, una cuerda invisible. Aquí lanzamos la hipótesis de que determinados actores económicos es probable de que sí sean conscientes (pero a la vez, que les importe muy poco).
La compatibilización de esta consciencia con una actuación que no hace nada por conciliarse con ella, aventuramos que se produce porque la sensación de responsabilidad o culpa no existe, cuando ésta se puede compartir con millones de personas desconocidas. 
4. UNA PREGUNTA LACERANTE, EL QUID DE LA CUESTIÓN
Ante el problema ecológico nos preguntamos: si el resultado preferible según un criterio racional de tipo económico es diferente que el preferible sobre la base de un criterio de tipo ético: ¿no sería adecuado subordinar la economía a la ética[3] para que pudieran coincidir los resultados de ambas racionalidades?
La justificación podría residir en la existencia de incertidumbre ambiental, que es más bien "ignorancia", cuarta posibilidad que algunos teóricos de la decisión suman a las otras tres que normalmente se manejan (certeza, riesgo, incertidumbre) porque no sólo no se conocen las probabilidades, sino que tampoco se conocen los estados de la naturaleza futuros, caso de que la degradación del medio y el agotamiento de los recursos continúe avanzando implacablemente.
Entendemos que la subordinación de la economía a la (nueva) ética (ecológica) habría de identificarse con el siguiente vector, de mayor a menor jerarquía: 

I. Ética    II. Política    III. Derecho    IV. Economía     V.Tecnología
Pero, ¿cómo lograr este encadenamiento dentro de un sistema económico de tipo productivista y adquisitivo, que, prácticamente por definición no puede permanecer estático y cuyo criterio preferente para juzgar el éxito nacional, es el grado de crecimiento económico; y el criterio para valorar el éxito personal es el grado de riqueza exhibida opulentamente?
5. O TODOS O... NINGUNO
Resulta muy difícil que se arbitre el principio de adaptación neoclásico al imperativo ecológico consistente en la determinación e internalización de los costes sociales del deterioro ambiental (P.P.P.) [Quien contamina, paga, Poulueur Pourtant Payeur] en una estructura económica internacional como la presente -a pesar de los esfuerzos de la O.C.D.E.- puesto que, si un país lo aplicara en forma pionera (no en un sentido simbólico o retórico... sino de verdad) la competitividad de sus productos y servicios se reduciría con relación a los de competidores extranjeros (ALBERT[4]).
Mediante fijación de homologaciones técnicas a superar, se pueden exigir los estándares más estrictos a los bienes extranjeros importados[5]; el problema radica en las exportaciones que no puedan diferenciarse de la producción interna y son, por ello, más limpias pero menos competitivas que las producciones de terceros países.
Ante este peligro de ineficacia económica, se corre el riesgo de que cada país repita la técnica que la experiencia indica que aplica cada individuo, es decir, esperar a que sean los demás, los que den el primer paso. O si se quiere, se puede expresar al revés, con ALBERT: "No puede, pues, haber más decisión válida que en el plano internacional."
6. LAS MÉTRICAS FÍSICAS HAN POSTERGADO A LAS ECONÓMICAS

Tal como se habrá observado, cada vez es más frecuente que se intente frenar la problemática de los niveles de contaminación a base de la negociación y aplicación de acuerdos en el seno de las Conferencias especializadas de la Organización de las Naciones Unidas, sobre la base de indicadores físicos que determinan, para un territorio dado, los niveles máximos admisibles de emisión por unidad de tiempo de los diversos contaminantes, como el CO2 y los gases clorofluorocarbonados (CFC).
Estos niveles de emisión máximos producirían límites dentro de cada Estado que si se cumplieran, habrían de ser respetados a base del estudio y puesta en práctica de cuantiosas inversiones orientadas a las prácticas de anticontaminación, así como la promulgación de medidas fiscales y la concesión de subvenciones a las diversas industrias y particulares, según cual fuese su papel en el agravamiento o en la solución de la cuestión medioambiental.
Obsérvese que, planteado un objetivo en términos de restricción física, el problema consiste en determinar qué procedimientos técnicos se ponen en funcionamiento para lograrlo; procedimientos que tienen unos costes y han de lograr una financiación.
Si se sigue esta vía, la aportación de la Economía va a resultar secundaria, pues se ocupará de evaluar únicamente los instrumentos y ni siquiera se habrán expresado los objetivos en términos económicos.

La economía será una molesta restricción a evitar o a soportar, más que un motor de mejora en favor de la salud y pervivencia humanas.
7. DE OBJETIVOS Y DE MEDIOS

A causa de una primera reacción como economistas, nosotros preferiríamos que los objetivos de mejora del medio ambiente se expresaran por medio de un porcentaje del P.I.B. de cada país que debería dedicarse a inversiones y gastos en dispositivos anticontaminación, según una valoración previa del programa más eficiente posible para reducir el alcance de la degradación del medio.
En otras palabras: como economistas preferiríamos que fuesen los objetivos -y no los medios- los que se expusieran en términos económicos, y que no fuera cierto que la ciencia económica de momento no tiene demasiado que decir al respecto.
Y ahora un somero “baño”; el de la realidad. Los objetivos en los principales foros mundiales se debaten desde hace más de 20 años en términos de máximos físicos de contaminación admisible (objetivos-restricción básicos) y se supone que su logro debe confiarse a un dispendio indeterminado de gastos, suficiente para cumplir dichos objetivos-límite. Por supuesto, los límites acordados se han incumplido una y otra vez.
El problema básico es de intereses y subyace tras el lenguaje: Los que abogan en favor del medio, piensan sólo en términos cuantitativos de tipo físico, químico y biológico; por el contrario, el economista -mejor dicho, la sociedad, los políticos, el sistema de poder empresarial etc., y con ellos, el economista standard- de momento no está -no están- dispuestos a discutir objetivos económicamente indeterminados.
8. NO SE CONOCEN LOS COSTES NECESARIOS
Y están indeterminados los objetivos económicos ligados a la prevención y mejora del medio ambiente, puesto que, según lo deducido de la información disponible, no se conoce la curva que pudiera relacionar, para cada tipo de contaminante, los niveles de gasto económico que podrían dotarse y las reducciones de la contaminación esperables mediante los respectivos niveles de gasto; es decir, no se conoce la elasticidad/gasto del estado del medio ambiente.
Y ello por cuatro razones, como mínimo:
a) No existe experiencia de determinación empírica mediante la experimentación adecuada de varios niveles de gasto anticontaminación, para observar cómo se comporta la sensibilidad de cada polución específica ante el gasto económico. Lo único que se conoce es que "Obstáculos tanto tecnológicos como económicos impiden que la contaminación sea eliminada por completo. Desde el punto de vista económico, el costo del control de la contaminación se eleva, a medida que se elevan las normas de emisión"[6]; es decir, la exigencia de limpieza.
b) En segundo lugar, los problemas ambientales no conocen de fronteras políticas; por tanto, ya empiezan a desbordar las áreas geográficas concretas, aparentemente controlables a título de sistema cerrado, como se ha demostrado con el fenómeno de las lluvias ácidas, cuya actualidad quedó sepultada a principios de los ‘90 por el problema del cambio climático, el primero de tipo ecológico que es verdaderamente global.
c) En tercer término, debe advertirse que no existe experiencia sobre las sinergias multiplicativas provocadas por la combinación de los diferentes polucionantes en un lugar y momento dados, y:
d) En cuarto lugar, todavía menos se conoce el efecto dinámico en el tiempo, de la acumulación de contaminación producida hasta el momento t, aunque desde dicho momento se dejara de añadir cualquier tipo de contaminante a la atmósfera, agua o suelo.
9. A MODO DE CONCLUSIÓN

Nuestra opinión es que si se hubiesen destinado mayores porcentajes del P.I.B. de cada país, desde que el problema ecológico empezó a detectarse seriamente a principios de los años setenta, ahora no sería necesario puentear a la economía para ir directamente al intento de frenar la degradación por medio del establecimiento de cuotas máximas de tipo físico-cuantitativo.
¿Ceguera de la corriente intelectual central (la economía neoclásica) ante el contundente cambio de paradigma que obligaba claramente a considerar estas nuevas problemáticas, tan importantes? Tal vez.


NOTAS

[1]  La base de estas reflexiones se publicó en los argumentos y conclusiones de nuestra Tesis: “Una revisión crítica de los factores condicionantes del comportamiento energético empresarial, previo y posterior a las crisis de 1973 y 1979-80”, consultable en: http://tdx.cat/handle/10803/1487. La presente entrada 029. es complementaria a las entradas del blog numeradas como: 017., 021., 024., 025. y 026.

[2] En 2001, 13 años después de la caída del régimen comunista de la Unión Soviética, se produjo otra explosión de enemistad, aparentemente sorpresiva: Los hechos de 11 de septiembre de 2001 asociados a la aparente ineficiencia de los servicios correspondientes y el encuentro con un nuevo y formidable enemigo político y militar al que hacer frente, marcó una nueva época, que volvió a sacar al ecologismo y a las actividades de conservación de la energía, del centro de interés que había demostrado hasta 2001. Estados Unidos es un país que está mucho más cómodo luchando contra enemigos políticos que sean Estados (recuérdese "el Eje del Mal” de George Bush Jr.) que contra conceptos nuevos e inquietantes que puedan comprometer las bases de su estilo y sistema de vida. Recuérdense las espectaculares e ineficaces actividades en pro de un ecologismo “de salón”, a cargo de Al Gore, Vicepresidente de Estados Unidos con Bill Clinton, que se suponía que iban a llevar en volandas a Gore a la Presidencia de Estados Unidos. Las propuestas de Gore cayeron en rápido olvido; simplemente atacaban a la corriente central del pensamiento del americano medio, aparte de que sonaba a "poco sincera" su copernicana conversión.
[3] En nuestro escrito original hablábamos de “resubordinar” la economía á la ética; por hipótesis suponíamos que en algún momento la economía había estado subordinada a la ética. Probablemente sucedió otra cosa: la subordinación de la economía a la moral (cristiana) que es la traslación de los principios éticos a criterios religiosos normativistas. Dicha subordinación estuvo vigente en sociedades antiguas muy concretas, hasta que la secularización de la Sociedad hizo que la moral religiosa no quedara sustituida de nuevo por la ética, sino... por la economía.
[4]ALBERT, M.: El obstáculo nacionalista. En: GALBRAITH, J.K.: La crisis de las sociedades industriales. Ed. Zero. Algorta. 1.972. Pg. 53.

[5]Por ejemplo, K. PAVITT se refiere a una nota del IDS Bulletin de la Universidad de Sussex, en la que se citan las restricciones a la importación de bienes procedentes de los países pobres con "medio ambiente barato". "En 1969, las industrias de la pesca de atún de Perú y Filipinas han recibido fuertes golpes asestados por la revisión de las normas oficiales de Estados Unidos sobre el contenido de mercurio en los atunes." Ver: FREEMAN, C., COLE, H. ET ALIA: L'Anti Malthus. Une critique de "Halte á la croissance". Ed. du Seuil. París. 1.974. Pg. 261.

[6]MEADOWS, D.L. (DIRECTOR) ET ALIA: Los límites del crecimiento. Fondo de Cultura Económica. México. 2ª Ed. 2ª Reimpr. 1.975. Pg. 167.