Joaquim-Andreu Monzón Graupera
Universitat de Barcelona
El documento que se presenta en esta entrada es consecuencia de la mejor edición factible actualmente, de un borrador de apuntes sobre este subtema, correspondiente al tema general: "Valoración de proyectos de inversión".
Para su publicación en el blog, he revisado el documento en lo posible. No obstante, una mejora adicional en la presentación (por ejemplo, volviendo a formatear las líneas de los cuadros) hubiese significado la inversión de bastantes horas de trabajo. Por aplicación de análisis coste/beneficio, lo he dejado tal como verá el lector.
Puede consultarse mediante el siguiente enlace:
COMENTARIO
La incesante evolución del progreso técnico en los últimos años, ha relativizado algo la importancia de los modelos para la valoración de la renovación de equipos. Posiblemente más en unos sectores que en otros, pero entiendo que en general ha sido así.
El progreso técnico provoca obsolescencia, fenómeno que acorta grandemente la vida útil durante la que son competitivos los equipos productivos. Por tanto, muchos de ellos han de ser renovados en un momento en que todavía son aceptables tanto su capacidad como su fiabilidad técnica de producción.
En la actualidad la renovación de equipos viejos por otros nuevos con la misma tecnología y capacidad, resulta un empeño virtualmente imposible. Cuando el ciclo del negocio se prolonga más allá del primer ciclo de renovación de los equipos principales, deben racionalizarse los procesos adoptando los equipos más modernos vigentes en el momento de la decisión, que posiblemente -con respecto a los bienes de equipo antiguos a los que sustituyen- tienen una producción diaria mucho mayor, son más automatizados, con un uso bastante menor de factor humano, con costes unitarios más bajos y menores costes de mantenimiento y reparación, al menos en los primeros años de funcionamiento.
El grado de competencia, en un entorno de obsolescencia, puede obligar a una empresa a renovar sus equipos, lo que le plantea como mínimo dos preguntas decisivas:
1) ¿La empresa tendrá dinero para financiar la renovación?
2) ¿Hallará mercados la empresa para colocar el aumento de producción, tras la racionalización ligada al cambio de equipos?
Hay empresas que en los últimos años han abandonado la voluntad que habían mantenido siempre para la aplicación de estos modelos, pues buscan la máxima economicidad como criterio para la fijación del momento de la renovación (el período en que los costes unitarios son mínimos, o el período en que es máximo el VAN de la cadena de renovaciones, etc.).
Por ejemplo, hace unos años conocimos que Ingersoll-Rand aplicó el criterio de renovación obligatoria de sus equipos productivos cada 6 años, a efectos de mantener competitiva la empresa.
Cuando una empresa aplica un criterio estrictamente temporal, la aplicación de los modelos de renovación de equipos basados en argumentos cuantitativos de tipo económico como los que se presentan en esta entrada, no sirve de mucho dado que hay un criterio superior: el momento de la renovación queda predefinido por la política de empresa en aras a un objetivo más elevado, que es el mantenimiento de la competitividad de la empresa.
Por tanto, el problema se traslada, de un ámbito de poco nivel jerárquico (la minimización de costes unitarios y/o totales) o otro de nivel bastante superior (el aumento de la ROI anual, o bien del valor de la empresa).
En el documento que presentamos en esta entrada del blog, clasificamos los modelos de renovación de la forma siguiente:
1) Modelos estáticos (que no tienen en cuenta el valor del dinero en el tiempo) y modelos dinámicos (que sí lo tienen en cuenta).
2) Modelos que intentan fijar la duración óptima del equipo sujeto a revisión, considerada en sí misma, contra modelos que buscan encontrar la edad óptima del equipo viejo en comparación con las prestaciones que reportaría su sustitución por un equipo nuevo.
3) Modelos que ignoran el progreso técnico; o bien modelos que lo contemplan bien implícitamente, bien de forma explícita.
Los modelos de renovación de equipos que se exponen de forma básica y breve, combinan dos o más de tales características, lo que se indica en cada caso oportunamente.
De forma expresa excluimos en el documento la consideración de modelos que combinaran la asunción de la existencia de obsolescencia con un análisis en un contexto de riesgo o bien de incertidumbre.
La industria de producción de energía eléctrica es el campo donde se han desarrollado más y mejor los modelos de evaluación complejos adaptados a estas circunstancias, pues la producción continua permite que el análisis se base en modelos que usan derivadas e integrales y a su vez la consideración del riesgo, exige el uso de modelos aleatorios de factura compleja.
En general, las Escuelas de Ingeniería francesas o Escuelas Politécnicas (de minas, de electricidad, industriales, etc.) han resultado una buena cantera de ingenieros-economistas que han aunado análisis sobresalientes con gran rigor técnico y a la vez con equilibrado criterio económico, usando casi continuamente matemáticas superiores.
En Francia, aparte de Pierre Massé y de Guy Hosmalin, un autor que se significó por el desarrollo de modelos complejos de este tipo fue el economista e ingeniero francés Jacques Desrousseaux, cuya breve biografía, escrita por compañeros suyos de promociones posteriores de la Escuela de Ingenieros de Minas francesa, puede hallarse aquí:
Desrousseaux tomó como base para desarrollarla a fondo, la ecuación de tres tiempos del norteamericano George Therborgh (1897-1989), un autor que dominó el panorama técnico de los modelos de renovación de equipos entre los años '40 y '60, por medio del Machinery Allied Products Institute (M.A.P.I.) en el que fue Director de Investigación. Los tres tiempos referidos, son: 1) el momento de la inversión en un equipo; 2) el momento de su reemplazo por otro nuevo; 3) el momento de reemplazo de éste por otro posterior (y así sucesivamente). Estos modelos se denominan de "cadena de renovaciones".
La obra principal de Desrousseaux que atañe a este campo es "L'évolution économique et le comportement industriel", editada por Dunod, París, en 1966, con prólogo de Jean Ullmo.
De Jean Ullmo podemos consultar aquí un artículo clásico de carácter general: "Reflexiones sobre la teoría moderna del capital", Revista de Economía y Estadística (universidad de Córdoba, Argentina) tercera época, vol. 12, Nº. 1-2: 1º y 2º trimestre de 1968:
Las obras principales de George W. Terborgh afectantes a este campo científico, fueron:
"Dinamic Investment Policy", McGraw-Hill, 1949, que puede consultarse digitalmente aquí:
y: "Business Equipment Policy: A M.A.P.I. Study and Manual", editada en 1958.
Finalmente, nos parece de interés aportar el enlace a la tesis doctoral de Seetharama Lakshmi Narasimban (presentada en 1963) denominada: "Comparison of Methods for Equipment Replacement Decisions, with Emphasis on the MAPI System", leída en la Universidad de Tennesee, Knoxville (USA):