Joaquim-Andreu Monzón Graupera
Se trata de una breve presentación, con algunos aspectos descriptivos, de la decisión de invertir en el extranjero. La realidad es mucho más complicada, como saben perfectamente los directivos de las empresas multinacionales.
Esta publicación complementa de algún modo el punto 7. de la publicación 074. b. situada en la anterior entrada, en la que se explican varias alternativas para internacionalizarse. La más comprometida es invertir en el extranjero. Cuando se adopta esta estrategia y sale mal, el fracaso suele remover los cimientos de la empresa, especialmente si no tiene experiencia o precedentes.
De todos modos, el actual proceso de globalización ha provocado que incluso pequeñas y medianas empresas (por ejemplo las catalanas) se internacionalicen y se aposenten en el exterior, produciendo en otras ubicaciones a menudo muy lejanas de la sede inicial, con el ánimo de aprovechar alguna potente ventaja competitiva, acceder a algún mercado lejano, seguir a algún cliente o proveedor importantes o aprovecharse de costos bajos de mano de obra mientas existan, por poner cuatro ejemplos.
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