Joaquim-Andreu Monzón Graupera
Universitat de Barcelona
Puede consultarse el documento anunciado, mediante el
siguiente enlace:
COMENTARIO
El documento que se presenta en esta entrada 441. es el
resultado de la evolución durante varios trimestres de un escrito inicial
(desde 1994 a
1997), como plataforma explicativa de ampliación (no centrada en las técnicas,
sino en los conceptos y como muestra de la evolución científica y de los
problemas de evaluación que se trataron en cada momento) en asignaturas de
Licenciatura (Dirección Financiera I) y menos en las de Diplomatura de
Empresariales (Finanzas I) en la Universitat Pompeu Fabra.
El binomio conceptual tratado era: "proyecto para la agregación y la
ordenación de datos, fases previas a la evaluación" y "modelos de
tratamiento de la información, para la evaluación", en el campo de la
evaluación de las inversiones.
En la época actual, veinte años después, entiendo que la información aportada
en esta entrada no sería demasiado útil dentro del Grado de A.D.E., puesto que
la autoridad académica (Plan Bolonia y sus defensores locales) está
especialmente interesada en desarrollar las competencias de
los alumnos (sobre el cómo inmediato para hacer las cosas, muy al estilo norteamericano);
y, dado que contenidos como el presentado en esta entrada sólo proporcionan un
contexto cultural en su campo, tal vez no serían de excesivo interés.
Pienso que este tipo de documentos -de tener alguna ubicación- podría ser útil
preferentemente en el contexto de asignaturas ad-hoc de un
Máster de Investigación o de un Máster profesional con ambición de transmisión
de "causas" y "por qués".
Lo que comento, entiendo que es admisible siempre que se entienda que un
documento así, daría servicio al estudio del origen histórico y la evolución
del "Capital Budgeting" es decir, a la rama aplicada a la empresa de
la teoría de la inversión de capital, que se forma tanto con hallazgos de la
matemática financiera y de la teoría de la empresa, como mediante el estudio de
la conducta de las organizaciones y de los directivos.
Por encima de un documento de este estilo, estaría alguna monografía histórica
sobre la "Teoría de Inversión de la Empresa", en la que muy
probablemente no aparecerían citados -como si lo son en el documento
presente 441. a.- los nombres de Joel Dean, Jacques Lesourne, Yair
Aharoni, Bertonèche & Téulié, Legane, Carter & Williams, Hespos &
Strasmann, Bierman Jr. & Smidt, Reul, Johnson & Kaplan, etc., sino
otros distintos: como los de Böhm-Bawerk, Irving Fisher, John Maynard Keynes,
Joseph Alois Schumpeter, Kenneth Boulding, Erich Schneider, Jack Hirshleifer,
etc. Curiosamente hay autores que hubiésemos tenido que citar en ambos grupos,
como el del nunca suficientemente valorado Pierre Massé. Sobre "Teoría de
la inversión empresarial" a un nivel básico, puede consultarse el
documento 135. de este mismo blog.
Volviendo al documento que se
presenta en esta entrada: He partido de una versión de 1997, aunque recuerdo
que llegué a tener versiones más elaboradas en 1998 y 1999 que se perdieron en
un accidente informático. Después de bastantes meses buscándolas sin éxito, he
preferido dar a luz esta versión, mejorada con una actualización cosmética
realizada en los últimos días, versión que lógicamente no puede recoger la
evolución de la teoría durante los últimos 20 años. La publico por si puede ser
de alguna utilidad para interesados.
Otra aclaración: En la dicotomía
conceptual de G. C. Philippatos formada por los atributos "futuridad"
e "incertidumbre" a la que se alude en el texto, solamente he tenido
en cuenta la primera de ambas restricciones. Por tanto no se exponen aquí los
modelos de evaluación de inversiones en contextos de riesgo e incertidumbre;
solamente los que trabajan en condiciones de previsión perfecta.
Reflexión final:
Se están esquematizando tanto los planes de estudios, que los profesores y
alumnos que son crédulos en la necesidad de estar "à la page" de las
últimas modas tecnológicas y del conocimiento profundo de idiomas (centros de
interés que desarrollan excesivamente las formas de la comunicación, pero no
los contenidos reales de fondo), tal vez observen con horror que dentro de
algunos años los profesionales con posibilidad de seguir un "plan de
carrera" real y de ascender en las grandes organizaciones, sean aquéllos
que hayan apostado por obtener una cultura holística (lenguas clásicas,
filosofía, historia, lógica, matemáticas, etc.) y no se hayan dejado seducir
plenamente por la exigencia de especialización extrema a la que les aboca hoy
la demanda laboral en el mercado.
En Estados Unidos eso ya ha pasado; por ello las universidades de élite (Yvy
League, etc.) trabajan muchísimo los contenidos de cultura transversal y dejan
para las Universidades de segundo orden la especialización en la transmisión de
contenidos ultratécnicos, que tal vez son pretexto para la colocación laboral
rápida, pero cuyo interés puede desvanecerse rápidamente al ritmo del progreso
técnico.